Este módulo
plantea la reflexión acerca de qué tipo de motivación es mejor para fomentar un
aprendizaje efectivo de la lengua: el sistema de proporcionar a nuestros
alumnos recompensas o hacer que algo
les resulte interesante y divertido,
y que sea todo un reto, ya que se ha
demostrado que esperar recibir un premio reduce la creatividad de los
estudiantes al no estar dispuestos a correr riesgos por querer obtener esa
recompensa. Lo ideal sería encontrar el equilibrio entre aquello que nos sirve
como fuente y como premio al mismo tiempo.
He aprendido
que para fomentar la motivación intrínseca es necesario diseñar una clase que
establezca un sentido de pertenencia al
grupo (la influencia social inspira para actuar y ayuda a afrontar los
desafíos), porque así se facilita la comunicación y la colaboración, y se
estimulan las oportunidades de aprendizaje activo, dando lugar al aumento de la
confianza y seguridad.
Un concepto que
me ha parecido muy importante es el del profesor como facilitador del aprendizaje: no se trata de hacer preguntas a
nuestros estudiantes y esperar que respondan correctamente (ya que esto genera
una situación altamente estresante), sino de prepararlos ofreciéndoles un
modelo de respuesta antes de formular cualquier cuestión y que conversen entre
ellos, no directamente ante el docente y expuestos al silencio de toda la clase.
Así practicarán preguntas y
respuestas, ganarán confianza y estarán más preparados para actuar en el futuro, considerando los errores no como algo
negativo, sino como parte del proceso de aprendizaje. Además, en un entorno en que
se interacciona por parejas y en grupo
aquel alumno que tiene más conocimientos y/o mayor facilidad para aprender ayudará
al que más lo necesita. Esto fomentará su autoestima, evitará que se
distraigan, desconecten y que se aburran y, por ende, se estará estimulando su
motivación intrínseca.
Fuente de la imagen: http://lainfotecasantillana.com/2012/03/clasificacion-representacion-de-conjuntos-pertenencia-pertenencia/